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Día mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez

¿Hay mayores en tu familia? ¿Cómo es tu relación cotidiana con ellos? ¿Cómo te gustaría que te traten cuando llegues a la vejez? Son algunas preguntas a partir de las cuales reflexionamos en esta fecha especial junto a nuestro servicio de Trabajo Social.

imagen Día mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez

En el 2011 las Naciones Unidas reconocieron el abuso a las personas adultas mayores como un problema social, y quedó declarado el 15 de junio como el "Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez". Es una oportunidad para reflexionar y definir estrategias para la protección y promoción de los derechos de las personas mayores.

El maltrato hacia las personas adultas mayores ha sido definido como “un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza”. Puede adoptar diversas formas, como el maltrato físico, psíquico, emocional o sexual, y el abuso de confianza en cuestiones económicas; o ser el resultado de la negligencia, sea ésta intencional o no.

Compartimos la siguiente reflexión que nos acerca la Lic. Cecilia Torres, coordinadora de nuestro servicio de Trabajo Social.

Cuando se llega a la vejez se suman, en la mayoría de los casos, enfermedades crónicas y progresivas, limitaciones en actividades cotidianas que anteriormente desempeñaban de manera activa, o mayores cuidados. Esto puede conducir a cambios de roles sociales y familiares, uno de los más difíciles y dolorosos es el de sentir que un hijo se debe convertir en “padre o madre de los propios padres”.

Donde se mezcla el pasado, el presente y futuro, junto con sensaciones de negación, frustración, enojo, miedo y culpa, aunque también se puede vivir como una oportunidad de aprendizaje, de acercamiento y refuerzo del vínculo. Muchas veces se trata de situaciones puntuales durante un tiempo, por circunstancias especiales. Cada familia se configura diferente, y los roles de cuidado de los adultos mayores se complejizan.

Esto conduce a la necesidad de ampliar redes de cuidado hacia nuestros adultos mayores, quienes van a requerir mayores apoyos y servicios especializados.

No obstante, esto no significa que debamos tomar decisiones por ellos o tratarlos “como niños”. Lo importante es respetar su libertad personal de tomar sus propias decisiones, respetar sus conocimientos, brindar apoyo a su autonomía.

El simple gesto de recibir una llamada ayuda mucho a que las personas mayores se sientan mejor. Podemos acompañarlos en actividades que los entusiasme, que permita entrenar funciones cognitivas y pasar un rato placentero. Nuestro desafío como sociedad es poder acompañar y fortalecer una vida digna de nuestros adultos mayores.

 

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