Cada 21 de septiembre se conmemora mundialmente el día del Alzheimer para concientizar y ayudar a prevenir esta enfermedad mental. En este marco, el Hospital Universitario invita nuevamente a la comunidad a participar de un encuentro con especialistas que se llevará a cabo el 24 de septiembre desde las 14 horas.

El Dr. Sebastián Rauek, nuestro neurólogo,  será el encargado de iniciar el encuentro y definirá las características de la enfermedad de Alzheimer.  Posteriormente, nuestra médica geriatra, la Dra. Florencia Álvarez desarrollará  “Diagnósticos diferenciales y comorbilidades”, en la cual explicará los procedimientos para identificar la enfermedad y cómo afecta la presencia de otros trastornos. Por su parte el Prof. Nicolás Quintana hablará sobre la evaluación neurocognitiva y rehabilitación.

También participarán nuestras psicólogas. La Lic. Laura Rodríguez  se referirá a los aspectos emocionales del Alzheimer y la Lic. Mayra Vega a los trastornos conductuales, diagnóstico y tratamiento. Por último, la Lic. Cecilia Torres, del servicio de Trabajo Social, ofrecerá orientación a cuidadores y sobre certificación de discapacidad.

La actividad es gratuita pero, por favor, se solicita a quienes deseen asistir completar el siguiente formulario

Sobre enfermedad de Alzheimer

Es la forma más común de demencia entre adultos mayores. La demencia es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades diarias.

El Alzheimer comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Quienes lo padecen pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron en forma reciente o los nombres de personas que conocen.

Con el tiempo, los síntomas empeoran. Las personas pueden no reconocer a sus familiares, tener dificultades para hablar, leer o escribir, incluso olvidar cómo ejecutar acciones cotidianas. Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales.

Suele comenzar después de los 60 años. El riesgo aumenta a medida que la persona envejece. Ningún tratamiento puede detenerla. Si bien existen algunos fármacos que retardan la evolución, es fundamental el abordaje interdisciplinario con el objetivo de estimular al paciente desde lo cognitivo, generarle herramientas para su bienestar físico e integración social. Por último, es importante contener y orientar a familiares y/o cuidadores.