Si bien los shocks tóxicos son poco frecuentes, cuando se presentan pueden tener graves consecuencias o incluso ser potencialmente mortales. Tal fue el caso de una adolescente de 17 años quien murió en Bélgica tras una infección provocada por un tampón y el de una mujer en Francia quien sufrió amputaciones en sus extremidades tras una complicación con su copa menstrual.
Estos hechos demuestran que acceder a la información pertinente es de vital importancia. Conocer nuestro cuerpo es clave para saber cómo cuidarlo y prevenir problemas que afecten nuestra salud.
Conversamos con la Dra. Noelia Martín, de nuestro Servicio de Ginecología y Obstetricia, quien nos respondió las siguientes preguntas:
¿Qué características diferentes a otras partes del cuerpo tiene la zona íntima de una mujer?
La vulva y la vagina se conforman por tejido mucoso y glandular cuya función es generar la secreción normal que permite el crecimiento de la flora vaginal que protege de infecciones.
¿Cuáles son las infecciones más comunes?
Dentro de las infecciones más comunes están las “vulvovaginitis candidiásicas” ocasionadas por un hongo llamado cándida cuyo síntoma principal es la picazón y flujo blanco grumoso. Sin embargo, suele presentarse de otras maneras, por eso es importante la consulta y evaluación ginecológica.
Dentro de las infecciones relacionadas con las enfermedades de transmisión sexual, la más frecuente es la tricomoniasis vaginal. Presenta flujo con mal olor asociado a síntomas inflamatorios como ardor, dolor, picazón, molestias en relaciones sexuales, molestias urinarias, entre otros.
Por último, si bien no es una infección, es habitual la presencia de “vaginosis”. Se trata de un cambio en la conformación de la flora habitual que puede reconocerse por flujo con mal olor.
¿Frente a qué síntomas debo visitar al ginecólogo? ¿Cuáles flujos son normales y cuáles no?
Al flujo normal lo llamamos exudado vaginal normal. Reservamos la palabra flujo para cuando ese exudado es anormal.
El exudado vaginal está siempre presente. Por ello, la zona genital femenina tiene cierta humedad, sin embargo no debe generar ningún tipo de molestias, ni mal olor, ni ardor ni prurito. Varía a lo largo del mes en relación a los cambios hormonales propios del ciclo menstrual. La cantidad y el color también pueden modificarse de manera normal: luego de menstruar es más blanco cremoso, en la ovulación es transparente y muy elástico, al final el ciclo es más seco o pastoso blanco amarillo.
Un flujo anormal requiere evaluación médica cuando presenta olor desagradable, picazón, ardor, dolor, molestias en relaciones sexuales o al orinar o que se acompañe de sangrado.
¿Por qué es necesario un cuidado especial?
Para no alterar la flora vaginal habitual, es decir ese conjunto de microorganismos que previenen el desarrollo de gérmenes.
Uso de jabones: ¿Sí o no?
Si somos muy exigentes la higiene debe realizarse solo con agua, pero en el caso de preferir usar algún jabón debe ser de pH neutro o acido. Los jabones de glicerina o jabones neutros sin colorantes ni fragancia se consiguen en venta al público en supermercado o farmacias. También existen jabones de pH acido para higiene intima que requieren recetas, pero los reservamos para casos de recurrencia.
¿Cómo debo higienizarme?
La higiene debe ser con agua y jabón, en caso de preferirlo así, una vez al día o minimizarlo a los casos realmente necesario donde se requiera el lavado con agua. De no ser necesario el uso de agua el secado con papel higiénico es suficiente y lo recomendado. Evitando la humedad excesiva. Por eso quedaría para el momento del baño diario el uso de agua y jabón. Solo lavar genitales externos. Evitando bidet, baños de asiento o lavajes intravaginales.
Toallitas, copas menstruales, tampones: ¿En qué caso se recomienda cada uno?
El uso de apósitos tipo toallita o protectores diarios, reducirlos al mínimo indispensable los días de sangrado menstrual. Su uso excesivo puede ocasionar alergias, dermatitis o demasiada humedad que predispone a alguna vulvovaginitis.
En cuanto a los tampones y copa menstrual mantener extremas medidas de higiene. Siempre lavando las manos con agua y jabón antes de su colación y retiro. Recambiar entre 4 a 6 horas como máximo.
Si en el momento de la colocación se tiene una infección en el dedo, utilizar otro dedo para introducirlo. Si en el intento el tampón cae al suelo debe ser descartado y utilizar uno nuevo limpio. Tampoco se recomienda intentar varias veces (poner y sacar) en el mismo momento, sino probar cuidadosamente hasta encontrar su correcta posición. Si no se logra, probar en otro momento con más calma.
La vagina tiene una curvatura en forma de ”S” hacia arriba; por lo tanto para una correcta colocación se debe sobrepasar la resistencia de un músculo muy fuerte que a veces nos parece el final de la vagina, sin embargo la misma continúa más arriba.
A veces el intentar usar tampones en jóvenes que no han iniciado relaciones sexuales, es justamente el momento de descubrir anormalidades en la membrana delgada situada a la entrada de la vagina denominada himen. Ello deberá ocasionar una oportuna consulta con el médico quien tomará las medidas necesarias para corregir ese himen.
Las mujeres desean una protección menstrual segura y que no limite sus actividades. No existen contraindicaciones para la utilización de tampones en ninguna edad, de todas formas, siempre es conveniente asesorarse adecuadamente con el ginecólogo.
¿Qué tipo de ropa interior y prendas se aconseja?
Lo ideal es utilizar ropa interior de algodón. Las prendas ajustadas o de tejidos sintéticos tipo lycra o nylon suelen asociarse con algunos síntomas que hemos mencionado. Evitarlos en caso que eso suceda.
¿Cuidados especiales para la depilación?
Existen múltiples técnicas de depilación, y deben evaluar la que genere menos daño para cada tipo de piel. En líneas generales, si prefieren usar cera, recomendamos alternar con alguna técnica de rasurado para evitar la inflamación de los folículos donde se forma el vello. Las técnicas de depilación definitiva con láser son una buena alternativa para disminuir las consecuencias de las exposiciones periódicas.
¿Tenemos que ver la “letra chica” de los productos?
Es importante recurrir a tratamientos indicados por el ginecólogo o médico tratante, y no aquellos de venta libre, recomendados por una amiga o una publicidad. Cada caso es diferente y requiere tratamientos específicos. En algunas oportunidades pueden solicitarle un cultivo de flujo para llegar al diagnóstico correcto.
Ante cualquier anormalidad, inquietud o síntoma que te llame la atención, no dejes de solicitar tu turno con nuestro Servicio de Ginecología de lunes a viernes de 8 a 20, llamando al 08109991029.