¡Vamos a la escuela! La cuenta regresiva ya está en marcha, disfrutamos los últimos días de las vacaciones de verano pero es inevitable pensar en todo lo que implica el pronto regreso a las aulas. Una nueva rutina comienza. Los días se modifican, también los horarios familiares y cuadernos con tareas invaden nuestro hogar. Son muchos los cambios, luego del descanso, y el objetivo debe centrarse en encontrar la manera de que no nos afecte como familia.
Un clave fundamental es el tiempo. Poder organizarnos y “anticiparnos” favorecerá el no tener que afrontar el inicio del nuevo ciclo con tantas sensaciones de ansiedad o de confusión. Cuando hablamos de anticiparnos, debemos entender que no sólo significa armar la mochila con tiempo, sino también de volver de a poco a los horarios de las comidas, el descanso y los espacios del hogar destinados al estudio, por ejemplo, son opciones que nos ayudarán.
Anticiparnos, también significa poder hablar con nuestros hijos sobre lo que vendrá. En general, para los niños tiene un significado diferente del que le otorgamos los adultos; para muchos de ellos es una gran preocupación, para algunos por lo social y, para otros, será el tener que enfrentar el aprendizaje y sus obstáculos otra vez. Por ello, intentemos poner en palabras lo que pasará; dónde estarán ellos, dónde nosotros; quién los buscará; qué cambios podrían haber, cómo tratar a nuevos compañeros y, sobre todo, poder hablar sobre la forma en que vamos a ayudarlos para superar estas preocupaciones.
Frente a estos nuevos desafíos, compartimos con ustedes algunas herramientas que podrían colaborar.
- Buscar y/o reorganizar un lugar para el estudio. Será mejor si tiene la menor cantidad de objetos y si tiene acceso a luz natural.
- Armar un horario que indique los momentos de descanso y de estudio. Para los niños más pequeños ayudará que muestre también los horarios de comida, aseo personal y recreación.
- Intentar respetar la rutina familiar. En caso de que hubiesen cambios, anticiparnos y comentarlos, dentro de lo que fuese posible.
- Estimular la limpieza de la mochila y elementos personales de higiene y alimentación.
- Colocar etiquetas con nombres a las pertenencias. Para los más pequeños, resultará útil identificarlos con un mismo dibujo junto con su nombre.
- Practicar situaciones de higiene personal, principalmente con los más pequeños.
- Enseñarles a comunicar situaciones de malestar físico, por ejemplo señalando partes del cuerpo y verbalizando sensaciones de picazón, dolor, etc.; y a quién comunicarlas en la escuela.
Volver a la escuela es una nueva oportunidad de aprender y crecer como familia. Aprovechemos esta etapa. ¡Seamos partícipes!
Nuestro consultorio de Psicopedagogía está para acompañar en casos de dificultades en los procesos de aprendizajes. Antes cualquier consulta, comunicate con nuestro servicio de Rehabilitación de lunes a viernes de 8 a 20 al teléfono 4135026.