El tabaco es reconocido como una de las principales causas prevenibles de enfermedad, discapacidad y mortalidad en todo el mundo. Los productos de tabaco matan a más de 8 millones de personas cada año, 1.2 millones son debidas a la exposición pasiva al humo del tabaco. El consumo de tabaco es la causa del 25% de todas las muertes por cáncer en el mundo. Además en el contexto de pandemia, los datos disponibles hasta la fecha parecen indicar que los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves y de fallecer a causa de la COVID-19.

Cada año la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora el 31 de mayo como el día mundial sin tabaco. Este año lanza una campaña para concientizar a los más jóvenes sobre el daño que causa el tabaco, con el anhelo que ésta sea la “generación libre de tabaco”.

Cabe remarcar que toda forma de consumo de tabaco es altamente perjudicial para la salud, desde el consumo más clásico de cigarrillos o pipa, al el uso de cigarrillos electrónicos y el hábito de masticar tabaco.

En nuestro país el 22.2% de la población, el 1.1% utiliza cigarrillo electrónico. Gracias a campañas de concientización y educación, se registra un descenso del consumo del 25% desde el año 2005.

En la actualidad existen tratamientos y programas que ayudan en la cesación tabáquica, por los que puede consultar a su médico para que lo oriente.

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