Pérdida de audición y sordera
Se dice que alguien sufre pérdida de audición cuando no es capaz de oír tan bien como una persona cuyo sentido del oído es normal, es decir, cuyo umbral de audición en ambos oídos es igual o superior a 25 dB. La pérdida de audición puede ser leve, moderada, grave o profunda. Afecta a uno o ambos oídos y supone dificultades para oír conversaciones o sonidos fuertes.
Algunas personas, cuya pérdida de audición puede ser entre leve y grave, por lo general se comunican mediante la palabra y utilizan como ayuda audífonos, implantes cocleares y otros dispositivos.
Las personas ‘sordas’ suelen padecer una pérdida de audición profunda, lo que significa que oyen muy poco o nada. A menudo se comunican mediante el lenguaje de signos.
Causas de la pérdida de audición y la sordera: congénitas o adquiridas
Las primeras, determinan la pérdida de audición en el momento del nacimiento o poco después. Esto se debe a factores hereditarios y no hereditarios, o a complicaciones durante el embarazo y el parto, entre ellas:
- rubéola materna, sífilis u otras infecciones durante el embarazo
- bajo peso al nacer
- asfixia del parto (falta de oxígeno en el momento del parto)
- uso inadecuado de ciertos medicamentos como aminoglucósidos, medicamentos citotóxicos, antipalúdicos y diuréticos
- ictericia grave durante el período neonatal, que puede lesionar el nervio auditivo del recién nacido.
Las causas adquiridas pueden provocar la pérdida de audición a cualquier edad.
- Algunas enfermedades infecciosas, como la meningitis, el sarampión y la parotiditis, infección crónica del oído,
- Presencia de líquido en el oído (otitis media)
- Uso de algunos medicamentos como los empleados para tratar las infecciones neonatales
- Paludismo, la tuberculosis farmacorresistente y distintos tipos de cáncer
- Traumatismos craneoencefálicos o de los oídos
- Exposición al ruido excesivo tanto en el ámbito laboral o recreativo
- Envejecimiento, en concreto la degeneración de las células sensoriales
- Obstrucción del conducto auditivo producida por cuerpos extraños
- En los niños, la otitis media crónica es una causa común de pérdida de audición.
Consecuencias de la pérdida de audición
Una de las principales consecuencias de la pérdida de audición es la limitación de la capacidad de la persona para comunicarse con los demás. En los niños con pérdida de audición desatendida, el desarrollo del habla se suele retrasar.
La pérdida de audición y las enfermedades del oído desatendidas, entre ellas la otitis media, pueden tener efectos muy perjudiciales en el rendimiento escolar de los niños. Las personas afectadas suelen tener mayores índices de fracaso escolar y necesitan más asistencia educativa. Para una experiencia de aprendizaje óptima es importante que los niños tengan acceso a unos ajustes adecuados, los cuales no siempre están disponibles.
Cómo prevenir
La mitad de los casos de pérdida de audición pueden prevenirse a través de medidas de salud pública. En los menores de 15 años, el 60% de los casos de pérdida de audición son atribuibles a causas prevenibles. La proporción es mayor en los países de ingresos bajos y medios (75%) que en los de ingresos altos (49%).
Algunas estrategias de prevención sencillas de la pérdida de audición incluyen:
- Vacunar a los niños contra las enfermedades de la infancia, en particular el sarampión, la meningitis, la rubéola y la parotiditis;
- Vacunar contra la rubéola a las adolescentes y las mujeres en edad fértil, antes de quedar embarazadas;
- Fortalecer los programas relativos a la salud materna e infantil, incluida la promoción de los partos sin riesgos;
- Reducir la exposición a ruidos fuertes (tanto en el trabajo como en las actividades recreativas) mediante la sensibilización de la población sobre los riesgos que acarrean; promulgar y aplicar legislación apropiada; y fomentar la utilización de dispositivos de protección personal como los tapones para oídos y los audífonos y auriculares que amortiguan el ruido ambiental;
- Realizar pruebas de detección de la otitis media a los niños y llevar a cabo las intervenciones médicas o quirúrgicas si es necesario
- Evitar el uso de algunos medicamentos que puedan ser nocivos para la audición
Detección y tratamiento
En los lactantes y niños pequeños con pérdida de audición, la detección y el tratamiento tempranos en el marco de programas de detección auditiva neonatal pueden mejorar los resultados lingüísticos y escolares del niño. Los niños sordos deberían tener la oportunidad de aprender el lenguaje de los signos junto con sus familias.
La detección de las enfermedades del oído y la pérdida de audición en los ámbitos preescolar, escolar y profesional también es una herramienta eficaz para identificar y tratar la pérdida de audición en una etapa temprana.
La situación de las personas que padecen pérdida de audición puede mejorar con la utilización audífonos, implantes cocleares y otros dispositivos de ayuda auditiva. La logoterapia, la reeducación auditiva y otros servicios conexos también pueden ser beneficiosos.
Otros maneras de comunicarse son la lectura de los labios, los textos escritos o impresos y el lenguaje de signos. La enseñanza del lenguaje de signos beneficiará a los niños con pérdida de audición, y los subtítulos y la interpretación al lenguaje de signos en la televisión facilitarán el acceso a la información.
El Hospital Universitario cuenta con un equipo interdisciplinario integrado por especialistas en Otorrinolaringología, Fonoaudiología y Rehabilitación auditiva. Para informes comunicarse al teléfono 4494220 de lunes a viernes en horario de 8 a 20.
Fuente: Organización Mundial de la Salud