La Dra. María Eugenia Caram, dermatóloga del Hospital Universitario, nos explica que las células encargadas de dar el color a la piel y el pelo se llaman melanocítos. Además se encuentran en los labios, en interior de la boca, fosas nasales, genitales, recto, ojos y oído interno. Cuando las propias células del sistema inmune que brindan defensa al organismo atacan a los melanocítos se produce esta condición que denominamos vitiligo.

Así se puede generar desde escasos parches sin color en la piel hasta pérdida casi total del pigmento. También se pueden observar mechones blancos en el cuero cabelludo, cejas y pestañas. Si son atacadas aquellas células localizadas en el oído interno, se puede ocasionar pérdida auditiva.

Se cree que el vitiligo es una enfermedad de origen autoinmune, pero la causa por la cual se desencadena no está totalmente entendida. No se trata de una patología contagiosa ni grave para la salud general.

Si bien puede aparecer en cualquier etapa de la vida, desde el nacimiento hasta la adultez mayor, la edad promedio en que se presenta es alrededor de los 20 años.

Es importante consultar al dermatólogo ya que el diagnóstico de la piel es solo clínico.  En algunos casos se requiere interconsulta debido a que el vitiligo puede asociarse a algunas condiciones como:

• Trastornos tiroideos, para ello se debe realizar un análisis de sangre para evaluar la función tiroidea y la presencia de anticuerpos.
• Quemaduras solares graves en las áreas afectadas por la pérdida de pigmento, que es aquello que nos defiende naturalmente de las radiaciones ultravioletas. Para proteger la piel los dermatólogos recomiendan utilizar protección solar diariamente, con protectores de amplio espectro (activos contra UVA y UVB), con FPS mayor a 30, resistentes al agua y renovarlo cada 2 horas.
• Se estima que entre un 12 y 38% de los pacientes con vitíligo presentan pérdida auditiva. La mayoría de los pacientes no la refieren, por lo que es importante la consulta con el profesional para realizar estudios cuando corresponda.
• Alteraciones oculares y en la producción lagrimal.
• Asociación con otras enfermedades autoinmunes.
• Ansiedad, depresión y cambios en la calidad de vida, debido a la alteración estética que ocasiona y, en consecuencia, modificaciones en la auto-estima. La consulta con el dermatólogo permite asesorar acerca de métodos de camuflaje.

En la actualidad existen diversos métodos que pueden restablecer el color normal de la piel, tanto cremas, medicamentos como tratamientos lumínicos y quirúrgicos.  

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