En el marco de las acciones intensificadas de vacunación de pre-exposición en el contexto del lanzamiento del Plan Nacional de Prevención y Eliminación de la Rabia Humana, el Vacunatorio del Hospital Universitario se suma a esta campaña de vacunación que comenzó el 15 de agosto y se extenderá hasta el 31 de octubre.
La estrategia está dirigida hacia las personas de mayor riesgo por su alta exposición:
- Personal de laboratorio de diagnóstico, investigación, producción y control que manipulan el virus de la rabia.
- Integrantes de equipos que trabajan en campañas de vacunación antirrábica.
- Veterinarias/os, y auxiliares de veterinaria.
- Espeleólogas/os.
- Proteccionistas en contacto con animales.
- Personal de zoonosis.
- Personas que se dedican a adiestrar, pasear e higienizar perros.
- Trabajadores/as relacionados/as y personas que man tienen contacto con mamíferos silvestres como murciélagos, zorros, mapaches además de gatos, perros u otras especies con riesgo de tener rabia (personal de zoológicos, reservas naturales, etcétera).
- Fuerzas de seguridad y defensa que mantienen contacto con mamíferos silvestres.
- Estudiantes de veterinaria y carreras afines.
La colocación es gratuita, por orden de llegada de lunes a viernes en horario de 8.30 a 13.30 y de 14.30 a 19.30.
Para qué realizar esta vacunación
La rabia es una zoonosis viral que afecta a todas las especies de mamíferos, domésticos o silvestres, incluyendo el ser humano. Esta enfermedad es de alta importancia para la salud pública debido a su letalidad, cercana al 100%. Durante el transcurso del año 2023 (hasta la semana epidemiológica 23), en nuestro país se han notificado 109 eventos de rabia en animales.
El Plan Nacional de Eliminación de la Rabia Humana tiene como objetivo eliminar la transmisión de rabia humana por perros y gatos, a través del fortalecimiento de las acciones de vigilancia, prevención, control y educación. Dentro de este marco, las estrategias de vacunación de pre-exposición son esenciales para prevenir la enfermedad en poblaciones con mayor exposición y riesgo de contraer rabia. Además, esta profilaxis permite, ante un accidente potencialmente rábico, reducir a dos dosis el esquema post-exposición y la utilización de gammaglobulina.