Por segundo año consecutivo el Área de Dermatología del Hospital Universitario ha sido invitada a participar de la Jornada de concientización, prevención y detección sobre el cáncer de piel organizada por la Sociedad Argentina de Dermatología, La Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo, la Universidad de Mendoza, Fundavita y la Municipalidad de Godoy Cruz.
Los lunares y manchas en la piel pueden ser una señal de alerta. La intención de la jornada es ofrecer un chequeo gratuito de lunares y manchas orientado a la detección de lesiones sospechosas o malignas y la derivación al centro médico que corresponda para su tratamiento. También se realizarán actividades educativas y recreativas relacionadas a la necesidad de tomar conciencia sobre la importancia de la protección solar.
Durante la campaña realizada en el 2017 se revisaron aproximadamente 300 personas de las cuales 68 fueron derivadas para su posterior tratamiento por lesiones sospechosas.
El encuentro será el sábado 3 de noviembre a partir de las 16 hasta las 19 hs en el Parque Benegas de Godoy Cruz, habrá concursos, juegos, shows y música en vivo. La consulta y chequeo de la piel con los dermatólogos es gratuita.
Sobre lesiones en la piel
En los últimos años, la población en general ha comenzado a tomar conciencia de la necesidad de cuidar la piel frente al sol. Pero no siempre se hace de la manera correcta, sobre todo porque son muchas las personas que se aplican crema solar solo cuando van a la piscina o a la playa, sin tener en cuenta que la exposición a los rayos UVA es necesaria siempre porque esos rayos también están presentes durante el resto del año.
Ante la exposición prolongada y no cuidada y protegida, la piel sufre eritemas o quemaduras solares, envejecimiento prematuro de la piel, favoreciendo infecciones y aparición de tumores de piel.
Los rayos UV son los de menor longitud de onda del espectro solar y esta característica les confiere una gran capacidad para penetrar en los tejidos. Son capaces de llegar hasta el ADN del núcleo celular y provocar mutaciones o cambios.
La exposición prolongada al sol provoca, además, daño ocular y puede aumentar hasta cuatro veces la probabilidad de desarrollar cataratas, la mayor causa de ceguera en el mundo.
Se estima que durante los primeros 18 años de vida un individuo recibe el 80% de la radiación solar que recibirá durante toda su vida. La protección solar en la infancia es una manera de prevenir el cáncer de piel en la adultez.
Los jóvenes entre 16 y 24 años son los más expuestos al sol y los que menos hábitos de protección adoptan, aunque una gran proporción de la población vincula el sol con el cáncer de piel, la mitad lo toma de manera inadecuada entre las 10 y las 16 horas, y los que usan protección la aplican irregularmente.
Si bien durante mucho tiempo se habló sobre los beneficios de las actividades al aire libre, se sabe y es demostrado que la exposición solar prolongada también es riesgosa. Parte de la energía solar que llega a la tierra está compuesta por rayos ultravioleta los cuales son invisibles. Cuando estos rayos penetran la piel ocasionan daño celular.
La quemadura solar, una alteración que es visible, aparece pocas horas después de la exposición al sol, y en algunas personas con determinado color de piel, también da lugar al bronceado. Éste indica que la piel ha sido dañada.
Entre los daños que ocasiona la luz ultravioleta, que no son visibles, se encuentra la injuria celular; en algunos casos estas pueden ser reparadas por distintos mecanismos que poseen las células, pero en otros el daño celular es permanente, lo cual provoca la aparición de arrugas, manchas, o bien cáncer de piel con el correr de los años.
Las quemaduras solares graves pueden estar relacionadas con el desarrollo muchos años más tarde de un tipo de cáncer de piel que es potencialmente fatal, ya que pone en alto riesgo la vida del individuo como es el melanoma. Los melanomas pueden presentarse en cualquier grupo etario incluyendo los adolescentes.
Con la protección lo que se busca es prevenir el cáncer de piel, que es el más frecuente en el mundo, además de la aparición de manchas y arrugas. Debido al adelgazamiento de la capa de ozono, en determinados sectores del planeta hay más intensidad de irradiación, y Argentina es uno de esos lugares.
Fuente: Dra. Gabriela Scalia, Dermatóloga del Hospital Universitario, UNCuyo.