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Dejar de fumar es posible y los beneficios son incontables

Es el mensaje que transmitimos desde el Hospital Universitario en el Día Mundial sin Tabaco. Su consumo causa alrededor del 70% de los casos de cáncer de pulmón en el mundo. Sin embargo es el factor de riesgo más evitable. Cómo dejar de fumar y sus beneficios te contamos en este artículo.

31 de mayo de 2017, 10:43.

imagen Dejar de fumar es posible y los beneficios son incontables

En 1988 la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud por resolución acordó que el 31 de mayo de cada año se celebre el Día Mundial Sin Tabaco con el propósito de contribuir a crear conciencia y desalentar este consumo en todas sus formas. En esta fecha importante compartimos información preventiva del Instituto Nacional del Cáncer sobre los riesgos del tabaquismo y los beneficios de dejar de fumar.

El consumo de tabaco es el factor de riesgo evitable que provoca más muertes por cáncer en el mundo. El tabaco en todas sus variantes y en cualquier cantidad  es nocivo para la salud y adictivo, debido al contenido de nicotina ya que contiene sustancias tóxicas que dañan el ADN y pueden causar cáncer.

No existen niveles seguros de consumo de tabaco.  Todos los productos del tabaco son dañinos y causan cáncer. Las personas que los consumen están expuestas a sus efectos perjudiciales para la salud cualquiera sea su nivel y forma de exposición.

El humo de tabaco contiene alrededor de 250 sustancias químicas que causan daño a la salud tanto para los fumadores como para las personas expuestas al humo de tabaco ambiental. Entre estas sustancias, se han identificado cerca de 70 que causan cáncer, entre ellas: nitrosaminas específicas del tabaco, acetaldehído, aminas aromáticas, arsénico, benceno.

Inclusive en variedades de tabaco sin humo (tabaco de mascar o en polvo) se han identificado al menos 28 sustancias químicas que causan cáncer.  Esta variedad provoca cáncer de la cavidad oral, esófago y páncreas.

El tabaco se asocia además a otras enfermedades respiratorias como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (bronquitis crónica y enfisema), enfermedades cardíacas, aneurismas de aorta, enfermedad vascular periférica, accidente cerebrovascular.

Está demostrado que el consumo de tabaco causa distintos tipos de cáncer. A continuación se mencionan los cánceres para los cuales existe suficiente evidencia de una relación causal con el tabaco:

 

Pulmón

Médula ósea (leucemia mieloide)

Cánceres de cabeza y cuello

Cavidad oral
Faringe
Cavidad nasal y senos paranasales
Laringe

Cánceres digestivos

Esófago (adenocarcinoma y carcinoma de células escamosas)
Estómago
Colorrectal 
Hígado
Páncreas

Cánceres del aparato urinario

Vejiga urinaria
Riñón
Uréter

Ginecológicos

Cuello de útero
Ovario (mucinoso)

 

Beneficios de dejar de fumar

Siempre es beneficioso dejar de fumar. Las personas que abandonan el hábito ganan sustancialmente expectativa de vida. Cualquier edad es buena para dejar de fumar y se goza un beneficio mayor al hacerlo a una edad temprana.

La expectativa de vida de personas fumadoras es al menos 10 años menor que la de personas no fumadoras. Los fumadores que dejan el hábito antes de los 40 años de edad reducen el riesgo de morir prematuramente por enfermedades relacionadas con el tabaquismo en cerca de 90%, y quienes dejan entre los 45 y 54 años de edad reducen el riesgo de morir prematuramente en casi dos tercios.

 

¿Cómo cambia el riesgo de cáncer luego de dejar de fumar?

Al dejar el tabaco se reduce considerablemente el riesgo de enfermedades, de padecer cáncer y de morir por cáncer.  Las personas diagnosticadas con cáncer que dejan de fumar, reducen el riesgo de aparición de un segundo tumor y el riesgo de morir por la enfermedad, en ciertos casos hasta un 30% y 40%.

A los 5 años de haber dejado el hábito, el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga se reducen a la mitad. El riesgo de cáncer de cuello de útero llega a ser como el de personas no fumadoras.

Luego de 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón es cerca de la mitad que el de una persona que continúa fumando. Además, disminuye el riesgo de cáncer de laringe y páncreas.

 

¿Cómo dejar de fumar?

Dejar el tabaco causa síntomas de abstinencia a la nicotina. No hay peligro para la salud pero los síntomas pueden resultar incómodos. Por un lado, el cuerpo está reaccionando a la ausencia de nicotina, y por el otro, se está atravesando un importante cambio de conducta al dejar un hábito.

Los síntomas suelen comenzar al cabo de unas pocas horas y alcanzan un máximo a los 2 ó 3 días cuando la mayor parte de la nicotina está fuera del cuerpo. Estos síntomas pueden incluir: mareos (pueden durar 1 ó 2 días luego de abandonar el tabaco), ansiedad, depresión, frustración, enojo, irritabilidad, problemas de concentración, cansancio, dolor de cabeza, problemas para dormir y para conciliar el sueño, inquietud o aburrimiento, mayor apetito, aumento de peso, constipación y gases, tos, sequedad en la boca, dolor de garganta, disminución de la frecuencia cardíaca, opresión del pecho. Sin embargo, los mismos empiezan a disminuir cada día que la persona permanece sin consumir tabaco.

Es importante realizar una consulta médica y contar con un profesional que acompañe el proceso mediante tratamiento farmacológico y consejería para la modificación del comportamiento. Se ha comprobado que la combinación es más efectiva que cada una de las intervenciones por separado.

Se dispone de drogas efectivas y con adecuado perfil de seguridad para dejar de fumar: Terapia de Reemplazo Nicotínico y Bupropión. La Guía de Práctica Clínica Nacional de Tratamiento de la Adicción al Tabaco publicada por el Ministerio de Salud recomienda estas drogas como tratamiento farmacológico de primera línea del intento de abandono.

En este sentido,  se recomienda el uso de terapia de reemplazo nicotínico en cualquiera de sus formas de presentación: ya que todas aumentan significativamente las tasas de abandono del tabaquismo. La misma comprende parches, chicles, comprimidos dispersables (estos tres de venta libre) y spray nasal (venta bajo receta). Por otro lado, no se recomienda el uso de propuestas con insuficiente evidencia de efectividad: cigarrillo electrónico, glucosa, acupuntura tradicional, electroestimulación, bioinformación/biofeedback, deprivación sensorial; o evidencia de ineficacia: laser, hipnosis.

Es importante que el abandono del tabaquismo se acompañe de estrategias para controlar la ganancia de peso. Los cuidados nutricionales y el aumento de la actividad física son factores claves.

Línea gratuita de atención al fumador del Ministerio de Salud de la Nación 0800-999-3040, con acceso desde todo el país.

 

Tabaquismo pasivo

La única forma de proteger a los no fumadores es eliminando completamente el tabaquismo de espacios cerrados.

El tabaquismo de segunda mano o pasivo, se refiere al humo de tabaco en el ambiente. Comprende el humo desprendido por el tabaco encendido (corriente secundaria de humo) y el humo que exhala el fumador (corriente principal de humo). Ha sido clasificado como cancerígeno humano por la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), ya que la evidencia disponible indica que la inhalación de humo de tabaco del ambiente causa cáncer de pulmón. Por otra parte, algunos estudios han encontrado una asociación entre la exposición a humo de tabaco de segunda mano y cáncer de faringe y de laringe.

Asimismo, se ha establecido una asociación causal entre cáncer infantil y tabaquismo en padres. Estudios recientes han demostrado que los bebés de padres fumadores (madre, padre, o ambos, en el período de preconcepción y embarazo) presentan mayor riesgo de desarrollar hepatoblastoma, un tipo de cáncer embrionario poco frecuente. Otros estudios han encontrado una asociación entre tabaquismo en padres antes del embarazo y leucemia infantil.

 

¿Qué diferencia hay entre cigarrillos y cigarros puros?

Los cigarrillos están compuestos por una mezcla de distintos tipos de tabaco, no fermentados  y envueltos en papel. Cada cigarrillo contiene menos de 1 gramo de tabaco y tienen tamaños uniformes. Los cigarros puros contienen principalmente un único tipo de tabaco (curado al aire y fermentado en un proceso de múltiples pasos). Existen en distintas formas y tamaños, y pueden contener entre 1 y 20 gramos de tabaco. En general, el humo de los puros no es inhalado, en contraste al humo de cigarrillos.

Sin embargo, el humo de los cigarros puros contiene sustancias tóxicas y cancerígenas al igual que el humo de los cigarrillos y es probablemente más tóxico que estos últimos. Contiene mayores niveles de alquitrán por cada gramo de tabaco que los cigarrillos,  mayores niveles de nitrosaminas y mayor concentración de toxinas comparado con el humo de cigarrillos. Además, la exposición al humo es mayor que al fumar cigarrillos por su mayor tamaño, mayor cantidad de tabaco y el mayor tiempo que insume fumarlos.

Los cigarros puros son cancerígenos. Causan cáncer de cavidad oral, laringe, esófago y pulmón. Incluso aunque el humo no se inhale, el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón es mayor en las personas que consumen cigarros puros que en personas no fumadoras. Los labios, boca, lengua, garganta y laringe están directamente expuestos al humo del tabaco y a las sustancias cancerígenas y tóxicas en fumadores de cigarrilllos y cigarros puros, independientemente de si el humo es inhalado o no.

 

Fuente Instituto Nacional del Cáncer 

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