Nuestro rol como promotores de hábitos saludables y educadores en la prevención de
enfermedades es fundamental para que cada individuo sea protagonista de sus propios procesos de salud. Para ello, la participación de la población es clave en miras a la inclusión de todos los miembros de una comunidad.
Desde esta concepción, el programa Incluir: una apuesta a la calidad de vida, forma parte de las actividades de extensión del Hospital Universitario y ya se encuentra en su segundo año de implementación dentro del Programa de Inclusión e Igualdad de Oportunidades Gustavo Kent de la UNCuyo. Este proyecto articula con diferentes organizaciones de la sociedad civil a fin de ofrecer diversos talleres grupales terapéuticos para pacientes que presenten enfermedades neurodegenerativas con dificultades en el movimiento y grupos operativos para los familiares y cuidadores.
El estigma asociado a signos o efectos visibles de la enfermedad, acentúa el aislamiento y desconexión social. Además, la reacción que genera en el resto de la población el desconocimiento, agrega sufrimiento. “Me duele la mirada del otro”, sostuvo un paciente. No hay tratamiento médico que pueda tratar este “dolor”. Promover una mejor calidad de vida a nivel social requiere educar esa mirada del otro para que sea más comprensiva. En esta tarea medios de comunicación y las instituciones de salud tienen un papel crucial.
Este proyecto se fundamenta en la necesidad de contención, sociabilización y recreación que tienen las personas con trastornos del movimiento para evitar su aislamiento y acompañar a quienes tienen la tarea de cuidarlos en etapas difíciles como son el momento del diagnóstico y el transcurso del tratamiento.
Por lo tanto, dentro de las actividades programadas, los participantes pueden desarrollar sus habilidades y destrezas apuntando a reducir sus limitaciones funcionales a partir de talleres de teatro, tango, grafología y de estimulación de la memoria.
Incluir: una apuesta a la calidad de vida, se lleva a cabo todos los martes 16.30 a 18.30 en las aulas del Hospital Universitario. No se requiere inscripción previa y es una actividad gratuita.
¿Qué es el Parkinson?
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico que pertenece a un grupo de condiciones caracterizadas principalmente por dificultades en el movimiento corporal. Se produce por la pérdida progresiva de células nerviosas localizadas en una región del tronco cerebral llamado mesencéfalo. Estas células se encargan de fabricar dopamina, una sustancia que permite la transmisión de impulsos de unas células nerviosas a otras y es necesaria para el adecuado funcionamiento motor.
La Organización Mundial de la Salud declaró en 1997, el 11 de abril Día Mundial del Párkinson debido a que coincide con el aniversario del nacimiento James Parkinson. Este neurólogo británico en 1817 describió lo que en aquel tiempo denominó “parálisis agitante”, hoy conocida como enfermedad de Parkinson. Desde entonces asociaciones de Parkinson de todo el mundo conmemoran ese día con la celebración de actos públicos de interés general que pretenden promocionar la realidad del Parkinson para sensibilizar y difundir sobre esta entidad a la sociedad en general.
La enfermedad de Parkinson es una patología directamente relacionada con la edad. Se estima que su prevalencia es de uno de cada 100 personas mayores de 60 y llega a manifestarse en 4 cada 100 personas mayores de 80 años.
Característicamente se presenta con lentitud en los movimientos, puede aparecer temblor de reposo y rigidez muscular en miembros o tronco. El paciente nota dificultad para caminar con escaso movimiento de los brazos y arrastre de los pies, dificultades para darse vuelta en la cama, entrar o salir del auto, en la escritura, temblor en las manos, piernas o mentón. Sus familiares refieren falta de expresión en la cara y bajo tono en la voz entre otras cosas. Además de los síntomas de origen motor pueden manifestar dolor en miembros, estreñimiento, problemas en el sueño, trastornos del ánimo con síntomas depresivos, lentitud en el pensamiento y en estadios más avanzados alteraciones de la memoria y la conducta. El neurólogo deberá realizar un adecuado interrogatorio y examen clínico para llegar al diagnóstico.
El adecuado tratamiento depende del manejo interdisciplinario entre diferentes áreas de la salud que incluyen neurólogos, médicos clínicos, geriatras, urólogos, psiquiatras, gastroenterólogos, fonoaudiólogos, kinesiólogos, terapistas ocupacionales, nutricionistas, enfermeros, asistentes sociales, entre otros especialistas.
Se la considera una enfermedad neurodegenerativa. Si bien hasta el momento no contamos con un tratamiento curativo, el arsenal terapéutico del que disponemos permite una vida plena, prácticamente normal, durante muchos años en la mayoría de los pacientes. Por otro lado, los avances constantes en investigación científica permiten esperar en un futuro terapias cada vez más efectivas.